Actualmente se venden casi un 20% más de gasolina que de diésel, las adaptaciones a GLP aumentaron un 300% el pasado año.
La mayor eficiencia de los motores gasolina y su posibilidad de adaptación a otros combustibles alternativos como GLP o GNC, son claves en esta tendencia negativa del diésel. Además las autoridades cada vez son mas conscientes de los perjuicios medioambientales del gasoil, en muchas ciudades están optando por poner trabas a estos vehículos como accesos a núcleos urbanos e incluso la prohibición de circular a medio plazo por sus carreteras.
Desde las mas altas esferas de la Unión Europea, la propia Comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska ya advertía a los fabricantes que el diésel es pasado y quien no se adapte desaparecerá.
Las advertencias y la evolución del propio mercado automovilístico ha influido a los fabricantes y por ejemplo Volvo, Fiat y Seat han comunicado su intención de abandono de comerciar este tipo de motores.
Francia y Reino Unido prohibirán la venta de coches diésel en un par de décadas, lo que podía provocar un efecto domino en el resto de países europeos.